Pareciera que no va a escarmentar…
Lindsay Lohan logró esquivar la cárcel contra todo pronóstico e incluso luego del acuerdo al que llegó con los fiscales, no debió aceptar culpabilidad alguna.
Sin embargo, Lindsay a veces es demasiado LiLo hasta para ella misma.
El acuerdo con la fiscalía, entre otros puntos a cumplir, consta de 90 días de rehabilitación en un centro especializado del que no podrá salir durante dicho período. Además, deberá realizar sesiones de terapia durante 18 meses.
La intención de la justicia es terminar con sus problemas con el alcohol y las drogas.
Pero menos de 24 horas después de la audiencia, mucho menos, la actriz volvió a la vida nocturna. Lohan fue vista llegando al AV Club de Hollywood, pero no logró entrar ya que vio la cantidad de fotógrafos que aguardaban su llegada. Aunque quiso cubrirse con una manta, no pudo pasar desapercibida.
Al parecer todos sabían que lo que le advirtió el juez le entró por un oído y le salió por el otro sin ningún tipo de aprendizaje…
¿Hasta cuándo Lindsay?
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