
Además las autoridades locales aún no habían tomado una decisión acerca de si conceder o no las oportunas licencias para el desarrollo de la actuación.
Nuevamente las férreas normas de censura acerca del “vestuario” y “tono irreverente” de sus canciones, siguen siendo una fuerte traba para poder acceder al mercado de masas del lucrativo país asiático. Y claro está, Lady Gaga no está dispuesta a rebajar o esquematizar ni un ápice su estilo propio.
El concierto, que se tenía que desarrollar el próximo 3 de junio, se encuadraba dentro de su gira asiática.
Ahora queda un buen problema para los organizadores del concierto, con más de 50 mil entradas ya vendidas.
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